30 de octubre de 2006

Entre Ray Loriga y la Nieta de Franco


El zapping te puede llevar a extremos sensoriales realmente inquietantes. Desde lo irresponsable y nauseabundo de muchos de los programas que hoy rompen los audímetros, a los espacios para intelectuales en los que se esfuerzan por hacernos entender lo moderno que es “Amnesiac” de Radio Head, o lo grande y actual de una película como “El Apartamento”de Billy Wilder. Y es que el mando a distancia nos depara estas cosas, las ondas nos dan a elegir entre un pálido Ray Loriga entrevistando a su más pálida mujer, o a la nieta de Franco bailando enloquecidamente con todo su arsenal de carnes flácidas. La distancia que separa uno de otro producto, es mínima, un movimiento de dedo hacia uno u otro sentido, pero ¿Cuál elegir? ¿Por qué de la elección? La televisión es entretenimiento, y evidentemente, divulgación, por ello hay que ofrecer al espectador algo que le lleve a evadirse constructivamente. Parece evidente, pero esta percepción queda muy lejos para los programadores televisivos, que se empeñan en saturarnos de copias imposibles de formatos más que gastados. Sinceramente, y siguiendo con los ejemplos propuestos, las tertulias intelectuales son interesante a la hora del té y con amigos, formar a base dogmatizar de qué es bueno o que no, muestra un rancio espíritu unilateral que no aporta nada a la construcción mental de la gran mayoría de públicos; por el contrario, tampoco lo es ver cómo famosetes de medio pelo se llenan la saca haciendo el ridículo durante un rato, o despotricando contra otro con todo el odio y la violencia en su gesto. Creo que existe un punto medio en el que todos podemos estar delante del televisor sin estar cruelmente globalizados, como ocurrió en la primera edición de Gran Hermano. El tratamiento de la realidad en la que vivimos desde otros puntos de vistas (siempre omniscientes), reírse de la actualidad, o tan sólo difundir lo que a todos nos interesa en cuanto a ocio o problemas e inquietudes sociales; pueden ser un buen punto de partida para dejar de idiotizarnos delante de la gran pantalla. Pongo ejemplos: espacios televisivos de divulgación científico – cultural como “Tesis” (Canal 2 Andalucía) o “Redes” (TVE 2), formatos de entretenimientos como “CQC” (T5) -yo también añoro la impronta de Wyoming, y la sátira de sus anteriores guionistas-, la mezcla de entretenimiento y formación de “La Noche Temática” (TVE 2), series de ficción en las que no todo el mundo es feliz o no hay sangre derramada gratuitamente como “Mujeres” (TVE 2), o programas que nos adentren en realidades socioeconómicas diferentes a las que consumimos habitualmente como “Solidarios” (Canal Sur TV), son algunas de las pinceladas de las que podría llenarse nuestra televisión. No digo que espectáculos como el de Operación Triunfo (T5) no tengan su espacio, que dicho sea de paso es un gran programa, pero creo que en ellos se endulzan valores que llevan a fomentar una sociedad irreal y condenada al más absoluto de los fracasos (precisamente lo contrario a lo que aspiran). Se trata de dar prioridad a una clase de contenidos respecto a otros. La audiencia elige entre lo que tiene, no elige lo que quiere… No he visto nunca a nadie demandar espacios basuras. Sin duda, estamos ante la gran mentira de nuestro tiempo, y ante la premoción de Orwell en su libro “1.984” del que se originó Big Brother. Es mejor tenernos sin pensar, alienados a la realidad vacía de los “talk show”, y dejarnos que caigamos dormidos en nuestro sofá pensando que todo marcha bien… Pensándolo otra vez, la verdad es que la nieta de franco tenía lo suyo.

2 comentarios:

umla2001 dijo...

Oye, pues a mi me gustan tanto el Amnesiac -menos que el Kid A, lo reconozco- y El Apartamento, ¿eso quiere decir que estoy idiotizada por la tele?

De los ejemplos que pones, Tesis y Redes son auténticos peñazos. Con CQC, me pasa como a tí: respecto al Momento Wyoming, lo de ahora no tiene color. Y los demás programas, sinceramente, no los he visto. Eso sí, soy una enganchada a las series de ficción: ni me aportan nada, ni me dignifican, ni me educan; pero me divierten y me entretienen. Y yo con eso me conformo.

Reconozcámoslo. Sí hay mucha gente que demanda telebasura. Cada vez que se ha intentado ofrecer un producto distinto, ha terminado en franjas horarias imposibles o, sencillamente, descartado de la parrilla por evidentes motivos de audiencia.

Y si no, ¿qué fue de Andalucía Patrimonio Cultural?

Conste que esto último era broma. Besos.

Jorge Peña dijo...

Cuidado, no digo que "Amnesiac" o " El Apartamento" sean el problema (de hecho tanto el disco como la película son de mi más mayor admiración), los pongo como ejemplo de tertulia "sesuda" pseudo intelectual exsitente en TV, y que desde mi punto de vista no aporta nada a las 23:00 de la noche. Con este ejemplo me refiero concretamente al programa "Carta Blanca"... Desde mi punto de vista, insufrible.

En esta entrada simplemente hago una apuesta a los programadores a que aspiren a un consenso en cuanto contendidos. No se si recordaras la TV con sólo dos canales, nos tragábamos lo que nos echasen... Ahora pasa igual sólo que lo único que existe es la cultura de lo mediocre, y de la violencia televisisa. Quizá "Tesis" o "Redes" no sean buenos ejemplos, pero creo que se puede llegar a puntos intermedios como bien señalas con las series o con espacios como "Andaluces por el mundo" (je,je...)...

Y "Andalucía, patrimonio cultural" a prime time... Por supuesto.