28 de noviembre de 2008

Ginebra, Neil Young y un poco de salmón ahumado

Al mirarse en el espejo pudo comprobar que las canas de su barba iban en aumento. La suerte no podía seguir así, o de lo contrario entraría en un espeso barrizal. –Nada progresa si uno no quiere avanzar- pensó, y rápidamente se puso manos a la obra en su misión. Ginebra, Neil Young y un poco de salmón ahumado sirvieron de aperitivo. Después llegaron otros vicios secretos que nunca quiso confesar. Perdía el mundo por la boca, como si su discurso fuera lo suficientemente importante para el resto de la humanidad. Su reflejo seguía siendo cruel. Más canas, más años, más ansiedad. Un paisaje color asfalto. Una carretera sin dirección que le llevaba a la cima del ansiado fracaso.

Días. Horas. Espacio y tiempo en el teclado de su computadora. Sus dedos ardían intentando descifrar cosas importantes para el desarrollo del caos. Nada le hacía parar su deseo de masturbarse en silencio, sin poder gemir su soledad, sin llenar de semen el espejo de su cuarto de baño. Ginebra, Betty Davis y aceitunas con anchoas, no quedaba otra cosa en la nevera. Parecía que había llegado la invasión. Nunca seremos conscientes de las guerras que se lidian en el mundo. Más armas, más muerte, más ansiedad. Vidas invisibles se perdían en su mirada, su visión se nublaba a cada instante. La página del documento seguía en blanco, mientras, apuraba un nuevo trago en una caprichosa copa de cóctel. Sentía su universo cónico sobre sus dedos, el filo de una navaja que vertía el líquido para rasgar su esófago dulcemente. Palomas de hormigón en la calle esperaban a que algún viejo les tirase miguitas de pan, como si el barrio necesitara de estos bichos para vivir. Desde su ventana se oía su molesto sonido. En el espejo todo era blanco. El placer había llegado.

Café y Duke Ellington a escaso volumen. La calma reinaba, todo había acabado. La nieve se evaporó dejando otra primavera en su cara. No hay mayor placer que un afeitado matutino. La vejez quedó atrás. Un presente rasurado espera que vuelva a crecer la mediocridad para volver a cortarla ¡Qué delirio! Si Fidel lo hubiera sabido antes. La revolución ha muerto, ya se sabe que nada es eterno. -Otra ginebra, que ya va siendo hora-.

Una puerta cerrada

"...Trying to get to heaven, before they close the door" (Bob Dylan. Time out of Mind. 1997)

26 de noviembre de 2008

Oxidado

La niebla se hacia densa en la habitación. Mis pulmones no podían aguantar aquel insoportable olor a angustia y olvido, dolor y traición, sexo y mediocridad. Otro jueves más. Otra tarde de Octubre tirada a la basura de reciclaje.

Una y otra vez, Julio y sus amigos me maltrataban con una insoportable sesión de sueños esquizofrénicos, el más curioso de todos era el del ataque de unos terroristas suicidas a las torres gemelas de Nueva York. Neurótico y catastrófico, como mi vida hasta aquel entonces.

Mi rutina consistía en jugar al billar todas las tardes en el bar de “La Rubia”, no era el nombre de pila del local, pero la teñida camarera no podía inspirar otro apodo a la sala. Alguna taza de café vacía, algún cenicero plagado de cigarrillos, o el envase de vidrio de una maltratada coca - cola, era el paisaje que podía dibujar nuestra mesa. Evidentemente nada sobre lo que reposaban sus patas había sido consumido por sus habitantes, el único vicio permitido era jugar al billar, y si quedaba más dinero y tabaco, podíamos seguir jugando hasta que el tapiz cambiara de color. Las horas pasaban, el papel esperaba, la sed regaba los campos del sediento y yo seguía en la esquina de La Rubia desgarrando el culo de cualquier virgen anal.

Una relación estable buscaba desesperadamente. Mar era de aquellas chicas que anhelaban el amor verdadero, duradero, sincero y todo aquello que pudiera terminar en –ero. Era un mundo ajeno al nuestro, un astronauta perdido en la galaxia, un turista en busca de la foto, una borrasca de vida que llovía a todos dulcemente. Era mi mejor amiga, y yo su único amigo.

Todo fluía como los ríos que Heraclito se empeñó en demostrar. Su vagina era limpia y rica en sedimentos gástricos. Mi pene erecto entonaba melodías de Veloso y Gil al verla. Ambos recapacitaban sobre la libertad… “Creo que nunca gemí más en mi vida. Su lengua me atravesó los labios y siguió hasta dentro como si de un caracol se tratara. La maquinaria se engrasaba, y la leña que Groucho pedía insaciablemente hacía arder mi caldera. - ¡Más madera! ¡Más madera!- Iba a explotar de placer. Blanco, azul, negro, nada, espacio, infinito, paz, calma…John Coltrane no acompañaba el momento, así que mandé a otra vía a su tren azul”.

Julio, Mar y mi persona existíamos en la tierra. Algo razonable para la cordura del receptor, aunque reprobable desde la nuestra. Julio, Mar y mi persona existíamos en la tierra bajo tres soles distintos, aferrados al sabor de la ansiedad, al edor de la mediocridad, al oído de cualquier clave que nos pudiera guiar, al tacto de lo sensible y a la vista de lo que no queríamos mirar. Julio, Mar y mi persona no existíamos en la tierra, sobrevivíamos en ella como cualquier emigrante lejos de su país. Marginados, olvidados en el olvido, caóticos, desterrados de la normalidad, condenados a ser distintos por el azar.

La duda, la terrible duda, yo tenía tantas que en mi interior se oxidaban por dentro. Demasiada química para mi engranaje, demasiado conformismo por bandera. La sociedad sucumbía ante el ideal. Las universidades se convertían en un campo de muertos que añoraban las canciones de otros tiempos. Bob Dylan empeoraba y su corazón estaba apunto de dejar de latir. No quería imaginar el día que eso ocurriera. La edad, las canas y cualquier sinónimo de vejez llegarían irremediablemente con ella. La chica del norte del país no volvería a sonreír, gris y solitaria, desamparada, la tristeza la acabaría enterrando para siempre.

- El hombre es pobre por naturaleza, desde que nace hasta que muere- afirmó Julio en voz alta. Sus agudas reflexiones solían ser centro de atención en las rutinarias tertulias del bar de La Rubia. La elite intelectual se congregaba alrededor de sus comentarios. Ridículos e ineptos, todos, escuchaban a la par las consignas de su peculiar líder espiritual. Sanaba conciencias, conseguía estancias en el cielo cristiano con la rapidez con la que una víbora captura a su presa, registraba modelos de suspiros, era curioso ver como su aliento empañaba los cristales de sus gafas.

Bebió el último trago de su cerveza. El extremo amargo y caliente entró en su boca como un tiro. Miró a su alrededor. Sus ojos encontraron un ligero inconveniente en su panorámica. Mis ojos guardaban atentos cualquier movimiento que pudiera realizar. No era un detective privado, tampoco un acosador sexual con ganas de satisfacer el apetito. Altivo, en un intento de mantener la normalidad, giró su vista aparentando no haber caído en mi descarada vigilancia. Cogió la chaqueta del respaldo de su silla y avistó la salida.

Nunca más supe de él. Lo maté con la mirada, lo dejé mudo con mi sinceridad. Sólo quería encontrarme con mi pasado, con mis ganas del ayer, y se marchó. En parte lo agradecí, ya estaba cansado de tanta charla pesada y desagradecida. Quedé con Mar para follar. Pasamos una buena tarde… “dormidos al tiempos y al amor, un largo camino y sin ilusión...”.

29 de octubre de 2008

Se busca nombre para personaje...

Hace un par de semanas participe en un curso de interpretación y construcción de personajes impartido por Ramón Salazar, director malaguita que tiene en su haber el cortometraje "Hongos" y los largos "Piedras" y "20 Centímetros". Disfrute muchísimo, sobre todo porque este tipo tiene una sensibilidad especial en el trabajo con el actor (creo que aún tengo sindrome de estocolmo). También fue muy importante para mí porque volví a escribir algo de ficción después mucho tiempo sin adentrarme por esas derivas. Aquí os dejo el personaje que salió de mis desafíos neuronales, no tiene nombre, así que se admiten bautizos, por si le damos vida o lo dejamos morir, de vosotros depende...
"Escritor de profesión (46 años). Alto. Delgado. Pelo Castaño. Sus ojeras son del color de la penumbra en la que vive sus días. Fumador incansable. Drogadicto por necesidad. De gran carcajada, siempre la más alta, siempre con acidez sobre los que les rodean, poniéndolos a prueba, y tratando de jugar con ellos a lo que no pudo en su niñez. Hablador, consciente de sus propias mentiras, pero no lo puede evitar, le encanta mentir.
Hijo único, su infancia deambuló corriendo entre los viñedos familiares que no le permitían exprimir el jugo a su vida, y que daban una gran comodidad económica a sus padres gracias a la bodega con la que explotaban sus terrenos.
Su hogar era todo corrección. Buenos modales en la mesa, con conversaciones forzadas sobre los éxitos familiares, lo exquisito de la trucha y lo importante de llegar lejos en la vida, se mezclaban con extraños e incómodos silencios. Todo ello enmascarado en una atmósfera de felicidad vestida de lámparas de araña, cuadros con bodegones de frutas en marcos dorados, alfombras rococós, y crucifijos sobre las camas.
Del campo a la escuela en Logroño en el mejor colegio de pago, dejando escasas relaciones amistosas por el camino.
En la adolescencia recibe su primer choque frontal al descubrir a su padre follando apasionadamente con la madre de uno de sus pocos amigos. A partir de aquí comenzó a comprender las horas que su papá no dejaba de mirar sus tierras desde la terraza de su hogar, asfixiando su tiempo con el humo de su cigarro.
Marcha a Madrid dónde comienza a estudiar Derecho. Allí se bebió su infancia de un trago, sin degustaciones, sin importarle el futuro, eliminando el pasado… Siempre quedan posos.
Vivió los intensos días de la movida madrileña, con sed, con entusiasmo y no dejando descansar su cabeza dormida hasta el momento. Sexo, música, calles, películas, drogas, bares, ideas… Todo al límite. Descubrió la necesidad de crear, y creó la necesidad de su reconocimiento. Aunque no siempre fue así, a aquellos primeros años de locura y diversión, le siguió la depresión de una época agotada en su propia vanidad. Colaborador de diversos fanzines, escribe su primera novela inspirándose en las vivencias de aquellos días, sirviendo de texto generacional de los 80. Conoce el éxito a la vez que el fracaso. A partir de aquí comienza un periplo en el que se dedica a vagar por el oficio de la escritura trabajando de negro, redactando publireportajes o guías de viajes, traduciendo obras… Siempre al borde del precipicio, siempre inspirado por la adrenalina de no tener nada que perder.
Conoce a Mar en un club de intercambio de parejas. Se enamoró rápidamente de su fresca locura, de sus ganas de vivir, de sus tetas puntiagudas, de su capacidad para resolver problemas, de su fuerte carácter, de su hilera de pelos bajo el ombligo. Su estabilidad se rompe con un inesperado embarazo tras tres años de relación. Comienzan las peleas, los reproches, los celos, la vuelta a la calle, a la ansiedad, al alivio del olvido. Con el nacimiento de su único hijo se rompe definitivamente la relación, haciéndole responsable de su fracaso sentimental.
Tras reiterados agobios económicos y problemas de salud, tiene un golpe de suerte: Es el principal valedor de la herencia de su padre. Se acabaron los problemas hasta que se entera del grave accidente de su hijo. Su reacción es jugarse todo su dinero en el casino".

Bolivia on the road

Para viajar por Bolivia es impresncindible llenar el depósito de nuestras aceleradas vidas de paciencia y comprensión. Sin estos componentes difícil se hacen las largas horas de imposibles carreteras, y el tremendo choque cultural entre los esquemas del primer mundo y el de un desamparado tercero en el que se sumerge todo este basto territorio. Aún así, cualquiera puede disfrutar de algunos de los rincones más maravillosos del mundo (y no es exageración, os invito a que lo comprobéis) como el Salar de Uyuni, el Lago Titicaca, pueblos perdios en mitad del altiplano, ciudades "espectaculares" como La Paz o Sucre, o la selva existente en el Departamento del Beni (siempre que haya bloqueo autonomista, claro...). Aquí os dejo algunas isntántaneas de los días en los que estuvimos conociendo este duro y apasionante país.


El Salar de Uyuni se encuetra a unos 4000 metros de altura. En la foto, la isla del Pescado, un oasis lleno de cáctus en mitad de la blaquecina superficie.

Laguna Colorada se encuentra en La Región de Lípez dentro del Parque Nacional de Fauna Andina Eduardo Abaroa, en la zona del altiplano potosino, una territorio de volcanes inactivos a unos 5000 metros de altitud. Aquí sólo hay silencio, flamencos y alguna que otra yama... Un sitio único.


A la salida de la Región de Lípez paramos en este pueblo perdido de cuyo nombre no me acuerdo, pero del que nos llevamos una idea bastante amplia del nivel de subdesarrollo agarario existente en el altiplano... Bonito lo de lavar la ropa en el río en este maravilloso paisaje, habría que preguntárselo a esta cholita si le parece lo mismo...



El lago Titicaca es un mar a 4000 metros de altura. La vista se te pierde en el azul de sus aguas, hasta que das de bruces con la Cordillera Real (lo que se ve en el fondo de la foto, no son sólo nubes, si os fijáis hay montañas heladas). Supuestamente en la Isla del Sol nació la civilización Inca... La verdad es que si que hay algo de espiritual en este sitio. En fin, otro lugar para perderte en el paisaje.

Creo que la imagen habla por si sóla... En las laderas que rodean al centro histórico y al "down town" de la ciudad y en la cima que se extiende, se levantan casas de ladrillo visto que es conocido como El Alto. Aquí vive mucha gente, mucha, no os hacéis una idea... Otro suburbio más de Latinoamerica.



Para llegar al Río de Santa Rosa y ver imágenes como las que pudimos contemplar subidos en esa barca, tuvimos que atravesar varios bloqueos como el que se muestra arriba... Toda una experiencia, os lo aseguro, principalmente una buena dosis de clima político boliviano.

13 de agosto de 2008

Ropa tendida en la tarde


La Dama de Plástico


Retrato de familia en el espejo

Autoretrato con familia


El Soñador Frustrado (esta vez en Bolivia)


Lolita


El Día de la Patria Boliviana

El pasado 6 de agosto se celebró el Día de la Patria Boliviana , que es como el 12 de Octubre en España pero en mulato y negruno. Se trata de exaltar los valores de la Nación: La bandera, Simón Bolívar y los trajes típicos de cada Departamento. Aquí todo el mundo desfila ante un "altar" que hacen con símbolos patrios, desde colegios, adminsitraciones, militares, a los reclusos de Palmasora. A mi recordó a las películas de Berlanga, entre chistoso, patético, colorista, costumbrista. Esto no hizo otra cosa que confirmarme que llevan casi 60 años de retraso en relación a nuestro país. Estuve en dos desfiles, en el de un colegio y en el de la cárcel, en fin, otra experiencia.

Absurdo Revocatorio

La llamada a las urnas del Presidente Evo Morales en el referéndum revocatorio celebrado el pasado domingo 10 de agosto no ha servido de nada. El golpe de poder que se presumía podía ser esta llamada al electorado, ha evidenciado una chapuza de gestión que deriva hacia caminos totalitarios, y un derroche de dinero en propaganda en uno de los países más pobres del mundo. Si a ello le sumamos ciudades paralizadas desde las 00:00 horas del susodicho día (comercios, transportes, ley seca durante las 24 horas - con lo que le gusta a esta gente tomar los domingos - …), nos deja las bases para pensar que estamos ante un extraño proceso electoral.
Bajo la intención de intentar revocar de las prefectaturas a sus dirigentes, con principal interés en los Departamentos (Comunidades Autónomas) en los que se han declarado constituciones autonómicas bajo referéndum popular, se puso en marcha esta campaña electoral en la que Evo se jugaba su puesto, junto con los líderes departamentales. La victoria, como ocurre en todas las elecciones, ha sido de todos, lo cual realza el enfrentamiento existente entre el MAS (el partido en el poder) y la Media Luna (la oposición, llamada así al configurar los estados orientales esta forma), que cuenta como principal abanderado con el prefecto de Santa Cruz de la Sierra, Rubén Costas. Morales obtuvo un 62,4% de respaldo a su mandato, mientras que únicamente quedaron revocados José Luis Paredes de La Paz, Alberto Aguilar de Oruro, y Manfred Reyes de Cochabamba, caso curioso el de este último que se niega a abandonar su presidencia al catalogar de ilegal estos comicios. Una situación esperpéntica en la que el Presidente ha llamado a la conciliación y a la calma en su discurso de “reinvestidura”, tras haber tensado la cuerda con declaraciones días antes de los comicios en las que auspiciaba un posible golpe de Estado a la República… Más leña al fuego para un país que necesita una dirección firme en aras de un desarrollo eficaz, hoy inexistente, así como un mínimo de estabilidad de verdadera democracia.
Si se analizan de un plumazo los datos se ve como de nueve Departamentos, Evo tan sólo consigue el apoyo en cuatro de los nueve posibles, las de las comarcas occidentales del país, es decir, el voto de las comunidades indígenas o collas, lo que demuestra la segregación creada gracias a su apuesta por la idea de “raza”, concepto que recuerda épocas poco afortunadas de la vieja Europa. La decadente prostitución de un gobierno que empezó con buen pie con la nacionalización de lo que era suyo, los hidrocarburos, se deja entrever en las políticas populistas, así como en la constante oposición a todo lo que no se puede enfrentar para sacar a Bolivia de la miseria: El insulto a los empresarios del país, la expulsión de la ayuda humanitaria de Estadios Unidos, el incremento de los cocales, la negativa a la descentralización administrativa del Estado, las amistades peligrosas con Venezuela y Cuba… Son motivos para pensar que algo no anda bien en el corazón de Sudamerica.
La calma ya parece reinar otra vez. La tensión que sobrevolaba en Bolivia en estos últimos días ha desaparecido, y el país ha vuelto a entrar en esa inercia que tiene, en la que parece que va a pasar algo importante (lo que sea, desde una revolución a una medalla en las Olimpiadas), pero nunca pasa. Quizá en algún momento llegue el infarto que tanto se vaticina, mientras tanto los boliches vuelven a funcionar a ritmo de cumbias y villeras… Un vasito de vino tarijeño al día, es bueno para prevenir dolencias cardiovasculares, así que más vale prevenir que curar.

24 de julio de 2008

Retrato de familia


Jordan


Noemí


Moisés


Reflejos de una realidad


Atardecer en el Plan


Con barbas y a lo loco


La limpia vidrios


En el micro


Corte en la carretera




Cableado


Samaipata



Dame descanso


Un mes en el Plan 3000

El tiempo pasa demasiado rápido, sobre todo cuando disfrutas de lo que haces.
En un mes en esta loca ciudad de Santa Cruz de la Sierra me ha dado tiempo a todo (o a casi todo): A reír y a llorar, a indignarme y a callarme, a sentirme útil y excesivamente inútil, a caer enfermo y a enfermar de vida, a echar de menos y saber que tienes de más… En definitiva, a ser feliz en la tristeza del tercer mundo. Paradojas que se hacen inevitables en una ciudad que basa su funcionamiento en desigualdades visibles que van de lujosos condominios (nada envidiables a cualquier edificio señorial de Europa), a casas de adobe y chabolas de lata con ventilación natural; o de gente que simplemente tiene una alimentación digna (y no entro en exquisiteces), a otra que no pueden llamar comer a lo que injieren.
Un mes apasionante en el que no hemos dejado descansar a la cabeza, y mucho menos a la energía que la mueve, de conocer gente, historias, casas llenas de inmundicia, niños juegan al Monopoly con más dinero que el que nunca tendrán, ritmos pausados que desesperan a mi impaciencia, de tocar la espalda del mundo con mi torso de ciudadano del hemisferio norte, de entender algo más el sistema que hace mover a la civilización de consumo a la que pertenezco, a comprender que la vida es más que palabra e imagen… A fin de cuentas, la vida es mucho más que vida.
Aquí estamos y aquí seguimos, cumpliendo un sueño que cabalga a ritmo de cumbias y cantantes de karaokes, sereno desde la montaña reflexiva que me hace escarbar en la oscura sima de mi interior, y siempre intentando descubrir la razón por la que estoy aquí… Eso es lo bueno, es imposible saberlo, por eso engancha.

14 de julio de 2008